BIM (Building Information Modeling) es un conjunto de metodologías de trabajo colaborativo basadas en el uso de modelos digitales que representan las características de los edificios. Es decir, el BIM permite centralizar toda la información de un mismo proyecto y crear un prototipo de edificio virtual que incluya toda su información, como la estructura, las instalaciones, la gestión, los materiales, los costes, etc. Esto no solo facilita la gestión del proyecto, sino que también reduce los costes de operación, lo que permite hacer más eficiente el proceso y abaratar el coste de adquisición, primer paso de cualquier proceso de inversión eficiente.
Como bien explican en la página Building Smart, «la tecnología BIM incorpora información geométrica (3D), de tiempos (4D), de costes (5D), ambiental (6D) y de mantenimiento (7D)».
Chuck Eastman fue el arquitecto, profesor e investigador al que se le atribuye el desarrollo de esta tecnología, ya que fue quien propuso una primera descripción del modelo virtual del edificio en una investigación en los años setenta.
La tecnología ha revolucionado todos los ámbitos de la sociedad, y en el sector de la construcción, el BIM ha sido uno de los avances que ha transformado la forma en la que se trabaja.
Algunos de los muchos beneficios de esta tecnología son:
1. Mejorar la colaboración y la comunicación en todas las áreas del proyecto, ya que compartir, modificar o duplicar un prototipo virtual es más sencillo que hacerlo con planos en papel. Además, todos los trabajadores tienen acceso al mismo prototipo con las últimas actualizaciones desde cualquier lugar.
2. Mejorar el mantenimiento y la gestión de los edificios a largo plazo. Al estar digitalizado, es más fácil mantener un registro preciso, actualizado y ordenado que será de ayuda para:
3. Controlar cualquier imprevisto que surja con el tiempo.
4. Evitar errores y corregirlos antes de que aparezcan. Al tener un prototipo 3D antes de empezar la construcción se pueden identificar posibles errores e ir cambiando el diseño sobre la marcha, lo que ahorra mucho tiempo y dinero en correcciones una vez que el edificio está en construcción.
5. Aumentar la seguridad de los trabajadores. Igual que ocurre con los errores del material, se pueden identificar los peligros y evitar que se conviertan en problemas reales.
Ya hay muchas empresas, tanto en España como en el resto de los países que han implementado la tecnología BIM como método de trabajo.
Entre los ejemplos tenemos a Obrascón Huarte Lain (OHL), cuya principal área es la construcción y promoción de concesiones. También Sacyr, una empresa española con presencia en más de 30 países que se dedica a la construcción, concesiones de infraestructuras, servicios y construcción industrial. Roca, la compañía referente española que crea espacios de baños, también decidió implantar esta tecnología en 2015 para que los arquitectos, ingenieros o diseñadores que trabajan con ellos puedan visualizar cómo va a ser el producto final.
Y, además, hay muchas otras compañías como FCC, ACS, Ferrovial, Onilsa, etc. que ya se integran esta tecnología, y todo apunta a que es el futuro de los negocios inmobiliarios y de construcción.