El crowdlending es una forma de financiación que consiste en recibir fondos de particulares, en vez de recibirlos de un banco o de un número limitado de inversores. El término está compuesto por “crowd”, que significa multitud, y “lending”, que es préstamo.
Este método de financiación se aleja del tradicional y se beneficia de las pequeñas inversiones o préstamos que un gran número de personas quieran realizar aportaciones a un proyecto, como pueda ser uno inmobiliario. Estos préstamos se deben devolver en los pagos que se establezcan, junto al tipo de interés que se acuerde entre los interesados.
El crowdlending tiene su origen en el crowdfunding, que es una red de financiación colectiva online que consiste en financiar un determinado proyecto a través de donaciones económicas o de otro tipo. Esta forma de financiación, que comenzó a finales de los años 90, ganó mucha popularidad conforme pasaba el tiempo. En consecuencia, se fueron desarrollando diferentes tipos de crowdfunding que se ajustaran a los requerimientos de cada proyecto. Así es como surgieron diferentes variantes, como el crowd-equity, crouwdsourcing y, por supuesto, el crowdlending.
La principal diferencia entre el crowdlending y el crowdfunding es la forma en la que se financian los proyectos. El crowdlending sigue una estructura similar a los préstamos bancarios, en los que el inversor aporta una cantidad de dinero a cambio de que este se devuelva en pequeñas cuotas con una comisión a lo largo de un periodo de tiempo determinado. La financiación que se consigue a través del crowdfunding, por otro lado, suele consistir en donativos que, o bien no generan ningún interés a los inversores o bien los convierte en accionistas.
El importe que se puede invertir en una empresa a través del crowdlending va a depender del inversor, ya que si es acreditado no tendrá un límite mientras que, si no lo es, podrá invertir hasta 3.000 € por proyecto con un máximo de 10.000 € al año. Esto está recogido en la ley 5/2015 de Fomento de la Financiación Empresarial.
A pesar de que conlleva ciertos riesgos, como todos los métodos de inversión, el crowdlending proporciona ventajas tanto a los inversores como a las empresas o proyectos que reciben la financiación. Como inversor, es una buena forma de diversificar la cartera de inversiones con un riesgo controlado y relativamente bajo. Como empresa o proyecto, se recibe el préstamo de forma más rápida y barata, y los plazos e intereses a pagar suelen ser más generosos y flexibles.