La realidad virtual es un conjunto de tecnologías que permiten que una persona pueda visualizar parte del mundo real a través de un dispositivo tecnológico. Para que el usuario pueda disfrutar de esta tecnología, el propio dispositivo que se esté utilizando añade información gráfica extra para que se tenga la sensación de que realmente se está presente en el escenario que se está visualizando.
En un principio, esta tecnología comenzó a utilizarse en el sector del entretenimiento, ya que se comercializaron gafas de realidad virtual para sumergir al usuario en el ambiente que presentaban los videojuegos, sobre todo. Sin embargo, esta tecnología ha resultado ser de gran utilidad y ha demostrado que aporta grandes beneficios tanto a compañías como a usuarios, por eso se ha acabado exportando a otros sectores como la enseñanza, la medicina y, también, el inmobiliario.
Gracias a la realidad virtual un cliente interesado en comprar o alquilar una vivienda, un local, una oficina, una nave o cualquier otro inmueble, puede hacer una visita a través de cualquier pantalla. De esta forma, es sencillo hacerse una idea del tamaño, distribución o funcionalidad del lugar que van a alquilar o comprar. Esto no solo sirve para poder hacer visitas sin salir de casa o de la oficina, sino que también funciona para hacerse una idea de cómo va a ser un edificio, por ejemplo, antes de que se empiece a construir.
Esta tecnología supone numerosos beneficios tanto para clientes como para inmobiliarias. El primero y el más evidente es la posibilidad de visitar un inmueble sin tener que desplazarse. Hacerlo todo a distancia es algo a lo que la población se ha tenido que acostumbrar debido a la pandemia global que empezó en 2020. Y ahora también va a ser posible visitar una oficina o una vivienda sin tener que ir al lugar exacto donde se encuentra. Es beneficioso para los usuarios, que no tienen que moverse, pero también para las inmobiliarias, que van a poder ampliar su cuota de mercado ya que podrán atender a clientes de otras ciudades e, incluso, de otros países.
Otra de las grandes ventajas de la realidad virtual es que mejora la experiencia de compra, ahorra mucho tiempo y satisface al cliente. El usuario tiene una visión más completa y además puede ver varias oficinas o viviendas seguidas en cuestión de minutos, lo que va a permitir que tenga tiempo de ver más opciones y acabe eligiendo una que se acomode perfectamente a sus necesidades.
En definitiva, la transformación digital ha llegado al sector inmobiliario, y cada vez es más habitual ver negocios de esta categoría que cuentan con un dispositivo de realidad virtual, Big Data, drones o con tecnología BIM.